Un absceso dental es un problema bastante común, especialmente en niños. Sucede cuando un diente sufre una infección bacteriana en su interior, normalmente se trata de una situación realmente dolorosa. Puede ocurrir debido a falta de higiene bucal o por tener un diente roto.
Cuando se rompe un diente o se astilla, se abre un agujero por el que pueden entrar distintas bacterias. Estas bacterias comienzan a crecer y pueden convertirse en un doloroso absceso. Si no se trata adecuadamente, la infección llegará al nervio e incluso al hueso, generando pus y causando un dolor muy profundo.
Como hemos mencionado anteriormente, un absceso es una situación muy común, pero debe ser un dentista quien se encargue de la situación, ya que el tratamiento de un especialista te aliviará el dolor e incluso puede acabar con el absceso de la mejor manera posible.
Si no tienes tiempo o no puedes ir directamente a una consulta dental, en este artículo encontrarás algunos remedios caseros para los abscesos dentales que te aliviarán el dolor antes de poder acudir al dentista. A continuación encontrarás los remedios caseros más baratos y efectivos para calmar un absceso dental:
IMAGEN: PEXELS
Enjuagarse Con Sal
La sal es un enemigo natural de las infecciones, se ha estado utilizando con este propósito desde la antigüedad. Es un remedio realmente eficaz contra varios problemas dentales, entre ellos, los abscesos. Causan un alivio instantáneo para el dolor y la infección.
Primeramente, coge una cucharada de sal y medio vaso de agua templada. Disuelve la sal en el agua tibia, removiendo la mezcla durante unos minutos. Tras su disolución, utiliza este enjuague bucal durante un par de minutos para que la sal llegue al fondo del diente afectado y pueda calmar el dolor y la infección.
Cuando termines con el enjuague, no lo tragues. Escupe la mezcla y déjala actuar, calmará el dolor y la infección dental. Puedes utilizar esta mezcla unas tres veces al día para curar el absceso dental.
Enjuagarse Con Bicarbonato
Igual que la sal, el bicarbonato puede encontrarse fácilmente en cualquier cocina, y se considera también una de las sustancias más efectivas para el tratamiento de diversos problemas orales. No sólo ayuda a matar bacterias, sino que además ayuda a devolver el blanco natural a los dientes y la placa dental nociva.
Con el bicarbonato seguiremos el mismo proceso que con la sal. Cogeremos una cucharada de bicarbonato, otra de sal y medio vaso de agua templada. Disuelve la sal en el agua y mezcla finalmente el bicarbonato en el agua salada. Enjuágate con esta solución de cuatro a cinco minutos.
Tras cinco minutos, escupe la mezcla y vuelve a comenzar, hasta que hayas terminado con todo el contenido del vaso con la mezcla. Repitiendo este proceso un par de veces al día se calmará el dolor intenso en unos días.
Enjuague Con Aceite
Pese a que el uso del aceite para problemas dentales no tiene prueba científica, se ha estado utilizando desde la antigüedad en varios países del este y oeste asiáticos. Calma el dolor y es la solución a múltiples problemas orales que afectan a la sociedad moderna. La siguiente cuestión es, ¿cuál es el mejor aceite que podemos utilizar para este método?
Puedes utilizar aceite de coco, aceite de oliva e incluso aceite de sésamo. El aceite no es sólo útil para eliminar bacterias, placas y comida incrustada entre los dientes, sino que además te ayudará a calmar las encías irritadas a causa de un absceso o infección bucal. También puede calmar el dolor de muelas provocado por otros motivos ajenos a una infección bucal.
Primero, coge una cucharada de alguno de los aceites mencionados anteriormente y enjuágate durante al menos quince minutos. Trata de hacerlo con fuerza para que el aceite pueda retirar los trozos de placa, la comida y aliviar la infección de tu diente afectado. Cuando termines, no olvides escupir directamente el aceite en la basura.
Puedes repetir este proceso cada día hasta que el dolor se calme. Anteriormente ya hemos mencionado algunos de los remedios más antiguos y eficaces para el absceso dental, utilizados desde la antigüedad. Espero que estos tres remedios te calmen el dolor y la infección rápidamente, no olvides seguir con cuidado las instrucciones que he mencionado. Si el dolor continua, no olvides que debes acudir a una clínica dental.
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